Un equipo de científicos ha logrado reconstruir la evolución de una proteína bacteriana ancestral, abriendo nuevas posibilidades en el campo de la biotecnología y la industria. Este avance se centra en una proteína que existió hace millones de años y que podría revolucionar diversos procesos industriales gracias a sus propiedades únicas.
El estudio, llevado a cabo por investigadores del CONICET, se basó en técnicas avanzadas de bioinformática y biología molecular para rastrear y recrear la secuencia genética de esta proteína ancestral. La capacidad de entender y manipular estas proteínas antiguas permite a los científicos diseñar nuevas versiones con características mejoradas, adaptadas a necesidades específicas.
Una de las aplicaciones más prometedoras de esta investigación es en la producción de biocombustibles. Las enzimas derivadas de esta proteína podrían optimizar la descomposición de biomasa, haciendo el proceso más eficiente y sostenible. Además, su uso en la industria farmacéutica podría acelerar el desarrollo de nuevos medicamentos y tratamientos.
El equipo de investigación destaca que este descubrimiento no solo tiene implicaciones prácticas, sino que también proporciona una visión más profunda de la evolución molecular. Al estudiar cómo estas proteínas han cambiado a lo largo del tiempo, los científicos pueden obtener información valiosa sobre los mecanismos de adaptación y supervivencia de los organismos.
Este avance representa un paso significativo hacia la integración de conocimientos ancestrales en tecnologías modernas, demostrando una vez más el poder de la ciencia para transformar nuestro mundo.