En el Observatorio del Roque de los Muchachos, ubicado en la isla de La Palma, se erige el Gran Telescopio Canarias (GTC), el telescopio óptico más grande del mundo. Este coloso de la astronomía, con un espejo segmentado de 10,4 metros de diámetro, ha revolucionado la observación del cosmos desde su primera luz en julio de 2007.

El proyecto, liderado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), comenzó en el año 2000 y culminó con su inauguración oficial en 2009. La construcción del GTC fue una hazaña de ingeniería y colaboración internacional, involucrando a más de mil personas de cien empresas diferentes. La ubicación del telescopio, a 2396 metros sobre el nivel del mar, ofrece condiciones óptimas para la observación astronómica gracias a la calidad del cielo, protegida por una legislación específica.

El GTC no solo es un logro tecnológico, sino también un símbolo de cooperación científica. Instituciones de España, México y la Universidad de Florida han unido esfuerzos para hacer realidad este proyecto. La distribución del tiempo de observación refleja esta colaboración: España dispone del 90%, mientras que México y la Universidad de Florida comparten el 10% restante.

Desde su puesta en marcha, el GTC ha permitido avances significativos en el estudio de galaxias, estrellas y otros fenómenos astronómicos. Equipado con instrumentos de última generación, como el Sistema Óptico para Imágenes y Espectroscopía de Baja Resolución (OSIRIS), el telescopio continúa siendo una herramienta vital para la comunidad científica global.

El Gran Telescopio Canarias no solo representa un hito en la astronomía moderna, sino también un testimonio del poder de la colaboración internacional en la búsqueda del conocimiento.